Durante los meses de noviembre y diciembre el contenedor verde desaparecerá en las localidades de Sangüesa, Lumbier, Cáseda y Aibar, donde llegará un nuevo contenedor, de color gris, para el residuo Resto.
El cambio es claro y rotundo: el contenedor “de siempre” desaparece, porque la basura “normal” no existe.
El objetivo es reducir la fracción “resto”, incidiendo en los pocos residuos que deben ir al contenedor gris, como son los restos de barrido, productos de limpieza y aseo, pañales, colillas y cerámica rota.
Y mejorar la separación de residuos, especialmente aumentando la materia orgánica, en el contenedor marrón, donde solamente se reciben los desechos de alimentos, tanto crudos como cocinados, cáscaras de huevo, posos de café, pequeñas ramas de poda y jardín, etc. esos que también se pueden compostar en la huerta.
Actualmente, en la fracción resto, esa que no se puede reciclar ni aprovechar, se reciben el 59% de los residuos domésticos, cuando realmente esta fracción solo supone el 12% de todos los residuos generados. Esos residuos acaban mayoritariamente enterrados en vertedero y nos cuesta más dinero gestionarlo por el impuesto al vertido.
Separando los residuos en nuestros bares, restaurantes, hogares, pipotes… y depositándolos en su contenedor correspondiente, conseguiremos mejorar y aumentar la captación de la materia orgánica (contenedor marrón), envases (amarillo), cartón (azul), vidrio (iglú verde) y otras fracciones reciclables.
La tapa de los nuevos contenedores está acotada. Es decir, la tapa grande tiene adaptada una sobre-tapa más pequeña y manejable, evitando la entrada de “impropios” de gran volumen, que habitualmente son grandes bolsas con basura mezclada.
Los 200 contenedores grises, 150 azules y 145 amarillos están subvencionados al 70% por el Fondo de Residuos de Navarra, en su convocatoria Plurianual del año 2023.
Los contenedores azules y amarillos serán renovados en la totalidad de la Comarca, mientras que la implantación del contenedor gris se completará durante el próximo año 2026.
Lo que tiramos, cómo lo tiramos y dónde lo tiramos importa más de lo que parece.
¡Un gesto contra la fracción resto!
Egin keinu, errefusari kendu!





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